China, 29 de Septiembre de 2025.- Tang Renjian, exministro de Agricultura y Asuntos Rurales de China, fue sentenciado a pena de muerte con suspensión de dos años, tras ser hallado culpable de aceptar sobornos que ascienden a 268 millones de yuanes (aproximadamente 38 millones de dólares) a lo largo de 17 años, entre 2007 y 2024.
El exfuncionario utilizó sus diversos cargos —incluidos los de gobernador de la provincia de Gansu y ministro de Agricultura— para favorecer a empresarios mediante la asignación de contratos, la facilitación de operaciones comerciales y la manipulación de nombramientos laborales, a cambio de dinero en efectivo y propiedades.

Como parte de la sentencia, el tribunal ordenó la confiscación total de sus bienes personales, la revocación de sus derechos políticos de por vida y la transferencia de los fondos ilícitos al tesoro estatal. El proceso judicial se resolvió en pocos meses, reflejando la firmeza con la que Pekín impulsa su campaña anticorrupción.
El castigo dictado, conocido como “muerte con suspensión de dos años”, suele convertirse en cadena perpetua, siempre que el condenado no incurra en nuevas faltas durante ese tiempo. Tang, de 63 años, admitió los delitos y expresó “remordimiento”, lo que le permitió evitar una ejecución inmediata.

Esta condena se enmarca en la campaña anticorrupción encabezada por Xi Jinping, quien en enero advirtió que la corrupción representa “la mayor amenaza al Partido Comunista”. Desde el inicio de dicha cruzada, más de un millón de funcionarios han sido sancionados, incluidos ministros de defensa y altos dirigentes del partido.
Tras cuatro décadas de carrera en el sector agrícola, Tang Renjian se convirtió en un ejemplo del precio que los altos funcionarios pagan en China cuando se ven envueltos en prácticas ilícitas.




