Perú, 26 de noviembre de 2025.- Un inusual hallazgo sorprendió a la comunidad científica y a los habitantes del norte de Perú: un ejemplar de tiburón megaboca (Megachasma pelagios), una de las especies más enigmáticas y escasamente documentadas del planeta, apareció varado en la playa Negritos, ubicada en el distrito de Talara, región Piura.
El descubrimiento, que pudo haberse convertido en un acontecimiento científico de gran valor, terminó en una escena lamentable. Antes de que autoridades ambientales o especialistas llegaran al sitio, pobladores comenzaron a filetear al animal, de acuerdo con fotografías y testimonios difundidos por medios locales y usuarios en redes sociales.
El tiburón megaboca es considerado un “fantasma de las profundidades” debido a lo excepcional de sus avistamientos. Desde que fue identificado por primera vez en 1976, se han registrado muy pocos encuentros en todo el mundo. Su estructura corporal –particularmente su enorme boca– está adaptada para filtrar plancton y pequeños organismos, al igual que el tiburón ballena y otras especies filtradoras.
Expertos en vida marina advirtieron que la falta de un protocolo claro para manejar el varamiento de especies raras dejó al ejemplar sin la posibilidad de ser estudiado. El deterioro del cuerpo impidió obtener información valiosa sobre su estado de salud, causas de muerte y otros datos que podrían contribuir al conocimiento de esta especie poco comprendida.
Además, señalaron que consumir carne de animales varados implica riesgos para la salud, pues se desconocen las condiciones en que murió y la posible presencia de toxinas o contaminantes.
El hecho reavivó el llamado de organizaciones ambientales para fortalecer la educación en comunidades costeras y establecer mecanismos de respuesta inmediata ante la presencia de fauna marina inusual. Cada ejemplar de tiburón megaboca representa no solo un fenómeno biológico extraordinario, sino también una oportunidad clave para estudiar la salud de los océanos.
