Morelia, Michoacán a 13 de mayo de 2025.- Mateusz Nowak era un joven de 31 años originario de Polonia. Viajó a México con la esperanza de reencontrarse con su hermana, a quien no veía desde hace más de 10 años.
Llegó a Tijuana, pero no hablaba español. Andaba perdido, cansado, y buscaba ayuda. Subió a un camión sin saber a dónde iba, y bajó en una zona desconocida. Entró a una tienda para pedir indicaciones. Habló en inglés, hizo señas, incluso dijo algunas palabras en su idioma natal.

Pero no lo entendieron.
El hijo de la dueña del local se asustó, y Mateusz, por instinto, trató de calmarlo con un gesto de cariño. La madre pensó que quería hacerle daño al niño, y gritó. Vecinos llegaron, lo rodearon… y sin saber quién era ni qué buscaba, lo golpearon entre varios.
Mateusz fue linchado. Recibió puñaladas y golpes hasta perder la vida. Nadie tradujo. Nadie preguntó. Nadie lo ayudó.
Hasta ahora no hay personas detenidas.
Este hecho ha causado indignación en redes sociales y es un recordatorio de lo peligroso que puede ser actuar desde el miedo y el prejuicio, sin intentar entender al otro.
Mateusz solo quería ver a su hermana. En vez de ayuda, encontró violencia




