Morelia, Michoacán, 10 de diciembre de 2025.
Al interior del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Congreso del Estado se ha intensificado un clima de inconformidad y tensión. Cinco de los seis legisladores que integran la bancada han manifestado su desacuerdo con la conducción de la coordinadora, Sandra María Arreola Ruíz, a quien señalan por presunta falta de transparencia, apertura al diálogo y capacidad para construir acuerdos internos.
De acuerdo con versiones obtenidas al interior del Congreso, los diputados inconformes aseguran que las decisiones estratégicas del grupo se han tomado sin consulta previa, sin reuniones formales y sin la información necesaria para un análisis legislativo adecuado. Señalan que la coordinadora estaría actuando bajo una agenda personal, dejando de lado la opinión de integrantes con amplia experiencia y liderazgo regional.
La inconformidad escaló en los días recientes, luego de que —según testigos— se registrara una acalorada discusión en un hotel de Altozano, en Morelia, previo a la sesión en la que se aprobó el Presupuesto Estatal 2026. Dicho intercambio habría evidenciado el distanciamiento entre Arreola y el resto de la bancada, situación que mantiene alerta a diversos actores políticos ante el riesgo de una fractura interna rumbo a 2027.
Sobre la aprobación del Presupuesto 2026, fuentes internas señalan que el análisis se realizó sin consenso real, y que la votación en unidad respondió más a un acto de disciplina institucional que a un acuerdo genuino entre todas y todos los legisladores.
Otro punto de tensión ha sido el empréstito solicitado por el Ayuntamiento de Morelia, por 345 millones de pesos, con un plazo de entre 10 y 15 años, respaldado por participaciones federales. Legisladores del Verde aseguran que no se les informó ni consultó adecuadamente sobre un tema de tal relevancia para la capital michoacana.
Frente a este escenario, voces del propio partido advierten que, si el dirigente estatal del PVEM, Ernesto Núñez —quien también es diputado federal—, no interviene para revisar y eventualmente modificar la coordinación parlamentaria, el partido podría debilitar su cohesión interna y perder su posición como fuerza determinante dentro del Congreso local de cara al proceso electoral de 2027.
Las inconformidades continúan presentes y, según actores consultados, la situación podría agravarse si no se atienden de inmediato, mediante diálogo, inclusión y respeto entre todos los integrantes del Grupo Parlamentario.
