Morelia, Michoacán, 2 de Mayo de 2025.- La madrugada del 2 de junio, la rutina en Pátzcuaro se quebró con la desaparición de uno de los suyos. Ricardo Pedraza Melchor, taxista del sitio Taxi Ejecutivo, dejó de dar señales tras haber sido visto por última vez alrededor de las 3:00 a.m. en la localidad de San Pedro Pareo. Vestía su uniforme habitual: camisa polo blanca con logotipo, pantalón de mezclilla negro y zapatos de vestir. Desde entonces, ni rastro.
El silencio de las autoridades encendió el coraje colectivo. A primera hora del martes, decenas de compañeros de Ricardo tomaron las calles. No llegaron con violencia, sino con firmeza. Bloquearon al menos diez puntos estratégicos de la ciudad, levantando pancartas, alzando la voz y cruzando sus unidades como barrera ante la indiferencia.

“¡Queremos a Ricardo con vida!”, retumbaba una y otra vez el grito que unió a taxistas, cumbieros, familiares y vecinos. El tráfico colapsó en zonas como El Manzanillal, el entronque a Santa Clara, el Monumento a Lázaro Cárdenas, las 7 esquinas, y el Libramiento frente a la Fiscalía. También hubo bloqueos en la carretera Pátzcuaro-Morelia y la entrada a Vista Bella.
“No es justo que un compañero desaparezca así, sin que nadie diga nada. Él solo estaba trabajando”, dijo uno de los voceros del grupo, su voz cargada de frustración y miedo. Por seguridad, su nombre no fue revelado.
Ricardo, de 38 años, es recordado por quienes lo conocen como un hombre tranquilo, trabajador y dedicado a su familia. Entre los detalles que podrían ayudar a identificarlo destacan varios tatuajes, incluyendo uno con la palabra “PIRATA” y figuras religiosas. La Fiscalía ha incluido esta información en su ficha de búsqueda (folio 0570/2025), y asegura haber iniciado ya trabajos de investigación y rastreo en la zona.
Pero los taxistas no se conforman con comunicados breves. Quieren resultados.
“Ayer fue Ricardo, mañana puede ser cualquiera de nosotros”, expresó otro conductor, pancarta en mano. El mensaje es claro y urgente: el gremio exige respuestas, acción, y sobre todo, la aparición con vida de su compañero.





