Morelia, Michoacán a 5 de noviembre de 2025.- Después del incidente registrado ayer, la presidenta de México dejó claro que no contempla incrementar sus medidas de seguridad personal. Durante una declaración pública, señaló que mantendrá su manera habitual de trasladarse y convivir con la población, siempre y cuando no exista una alerta formal que indique riesgo directo para su integridad.
La mandataria explicó que mantenerse accesible y próxima a la ciudadanía es parte fundamental de su visión de gobierno, y que un mayor blindaje enviaría un mensaje contrario a sus principios. “La seguridad no solo depende de barreras y escoltas, también de la confianza y el contacto con el pueblo”, expuso.

Asimismo, reiteró que no considera viable gobernar desde el aislamiento, y afirmó que existe una protección recíproca entre autoridad y sociedad. Este pronunciamiento ha generado reacciones diversas: mientras algunos aplauden su postura como un gesto de cercanía y valentía, otros advierten que el contexto actual exige precauciones más estrictas.
El debate queda abierto: ¿es posible gobernar con apertura total en un país donde el riesgo es constante, o la cercanía también puede convertirse en vulnerabilidad?




