México, 19 de Septiembre de 2025.- La ciencia mexicana perdió este viernes a una de sus voces más brillantes y queridas. La astrónoma y divulgadora Julieta Fierro Gossman murió a los 77 años, dejando un legado imborrable en la investigación y, sobre todo, en la manera de acercar el conocimiento a todas las personas.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución a la que dedicó gran parte de su vida profesional, confirmó la noticia que ha conmovido tanto a la comunidad científica como al público en general.

Con un estilo único y una sonrisa siempre presente, Fierro logró traducir los misterios del universo en palabras sencillas, cargadas de emoción y esperanza. Publicó más de 40 libros, dio innumerables conferencias y llevó la astronomía a niños, jóvenes y adultos con la firme convicción de que la ciencia debía estar al alcance de todos.
Su trayectoria fue reconocida con doctorados honoris causa, la presidencia de la Comisión de Educación de la Unión Astronómica Internacional y un lugar en la Academia Mexicana de la Lengua. Además, su nombre quedó grabado en planetarios, bibliotecas, laboratorios y hasta en una especie de luciérnaga, la Pyropyga julietafierroae.
Siempre firme en sus convicciones, habló con franqueza sobre la educación en México, la igualdad de género, el aborto, la eutanasia y la legalización de las drogas. Defendió a la comunidad científica en tiempos de persecución y soñó con un país que impulsara la ciencia como motor de desarrollo.
En una de sus últimas apariciones, durante el Hay Festival de Querétaro, recordó que para ella la astronomía servía para reencontrarse con los orígenes de la humanidad, de la naturaleza y de la vida misma.
Hoy, México despide no solo a una investigadora excepcional, sino a una mujer que convirtió la ciencia en poesía.





