Morelia, Michoacán a 13 de octubre de 2025.- Mientras la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, afirmaba que “solo el 30% de la población resultó afectada” por las inundaciones, cientos de familias en Poza Rica continúan entre el lodo, la corriente y la pérdida total de sus hogares.
La mandataria sobrevoló las zonas dañadas en helicóptero, una acción que desató críticas por su aparente falta de empatía. Las imágenes difundidas muestran a Nahle observando con calma desde el aire, mientras en tierra los damnificados intentan rescatar lo poco que quedó.

Más tarde realizó un breve recorrido terrestre, pero las fotografías oficiales revelaron un contraste que indignó a muchos: funcionarios con tenis blancos impecables frente a comunidades cubiertas de lodo. Para varios ciudadanos, fue la metáfora perfecta de un gobierno que prefiere mantenerse limpio, incluso en medio del desastre.
En redes sociales, los habitantes denunciaron que las cifras oficiales minimizan la magnitud del daño. Calles destruidas, casas arrasadas y familias incomunicadas contradicen la versión oficial de que “todo está bien”.
Mientras los discursos buscan calma, la realidad en Poza Rica sigue hablando por sí sola.




