México, 15 de Octubre de 2025.- La promesa de transparencia duró menos de 24 horas. Durante una reunión con el gabinete de salud, la presidenta Claudia Sheinbaum fue captada dando una instrucción directa al secretario de Salud, David Kershenobich Stalnikowitz: “No digas municipios afectados”. El micrófono seguía encendido, y todo México escuchó la orden que pretendía silenciar información sobre las zonas devastadas por las recientes lluvias e inundaciones.

El episodio ocurrió justo un día después de que el propio secretario prometiera “total apertura de datos” sobre los daños, víctimas y municipios en emergencia. Sin embargo, el lunes, la instrucción fue clara: callar los nombres.
La polémica creció cuando se filtró la lista completa de las localidades afectadas, que —según fuentes oficiales— no debían mencionarse públicamente. Son 139 municipios de cinco estados con saldo devastador:
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📍 VERACRUZ (48 municipios / 29 muertos)
Incluye regiones como Poza Rica, Tuxpan, Papantla, Xalapa, Veracruz, Córdoba, Orizaba y más, donde las lluvias provocaron deslaves, ríos desbordados y comunidades incomunicadas.
📍 PUEBLA (38 municipios / 13 muertos)
Entre ellos Zacatlán, Teziutlán, Huauchinango, Ayotoxco y Vicente Guerrero. La sierra norte quedó parcialmente aislada tras el colapso de varios caminos y puentes.
📍 HIDALGO (28 municipios / 21 muertos, 43 desaparecidos)
El panorama más crítico se reporta en Molango, Huejutla, Metztitlán y Chapulhuacán. Pueblos enteros quedaron bajo el agua o arrasados por deslaves.
📍 SAN LUIS POTOSÍ (12 municipios)
La Huasteca potosina también resultó severamente afectada. Las lluvias dañaron infraestructura básica y dejaron comunidades sin electricidad ni agua potable.
📍 QUERÉTARO (8 municipios / 1 muerto)
Las zonas serranas como Pinal de Amoles y Jalpan de Serra sufrieron cortes de caminos y derrumbes que mantienen incomunicadas a varias localidades.
Saldo total estimado:
64 personas fallecidas
65 desaparecidas
Más de 100 mil viviendas destruidas o dañadas
Un dato curioso, pero revelador, precedió al intento de censura: el secretario había confundido “Huauchinango” con “Huachinango” (como el pescado) y “Poza Rica” con “Costa Rica”, lo que habría generado molestia en la mandataria. Sin embargo, la orden de silencio encendió aún más el descontento público.
Porque la tragedia no se borra bajando el volumen. Cada municipio tiene nombre, cada víctima tiene historia, y cada casa perdida representa una vida que no puede ocultarse detrás de un micrófono mal apagado.





