Morelia, 28 de diciembre de 2025.- En medio de la oscuridad y el caos provocado por un accidente carretero en la vía Zaragoza–Tuxpan, un niño protagonizó un acto que conmovió a rescatistas y testigos. Mientras el autobús en el que viajaba su familia quedó severamente dañado, el menor mantuvo la calma en una escena marcada por gritos, heridos y confusión.
Lejos de entrar en pánico, el niño se acercó a un paramédico y, con voz temblorosa pero firme, proporcionó los datos necesarios para que su padre recibiera atención inmediata. El hombre presentaba un traumatismo craneoencefálico, por lo que la intervención rápida fue clave.
Durante todo el proceso, el menor no se separó de su hermanita. La mantuvo protegida, la cubrió y la tranquilizó, actuando con una madurez que contrastaba con su corta edad. Su comportamiento fue un recordatorio de que el coraje no siempre se mide por la fuerza, sino por el amor y el instinto de proteger a quienes más se quieren.
