Ciudad de México, 27 de octubre de 2025. — El huracán Melissa se ha intensificado rápidamente hasta alcanzar la categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, convirtiéndose en un auténtico “monstruo meteorológico” que amenaza con dejar un rastro de destrucción a su paso por el Caribe.
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), Melissa presenta vientos sostenidos de más de 250 kilómetros por hora, acompañado de lluvias torrenciales y marejadas ciclónicas que podrían provocar inundaciones “catastróficas” y deslizamientos de tierra en varias islas del Caribe.

Las proyecciones meteorológicas indican que el huracán impactará directamente en Jamaica durante las primeras horas del lunes, para después continuar su trayectoria hacia Cuba el martes o miércoles, donde las autoridades ya han activado planes de emergencia y evacuaciones preventivas en zonas costeras.
> “Estamos ante un sistema extremadamente peligroso. Las comunidades deben estar preparadas para cortes de electricidad prolongados, daños estructurales severos y afectaciones generalizadas en los servicios básicos”, advirtió el NHC en su más reciente boletín.

En República Dominicana y Haití, aunque no se espera un impacto directo, se prevén fuertes lluvias e intensas ráfagas de viento que podrían generar crecidas de ríos y afectaciones agrícolas.
El fenómeno ha despertado la preocupación internacional por su rápida evolución, ya que en menos de 36 horas pasó de tormenta tropical a huracán de categoría 5. Meteorólogos atribuyen esta intensificación a las altas temperaturas del mar en el Atlántico, que superan los 30 grados Celsius, condición que alimenta el poder destructivo del sistema.
Ante el riesgo, diversos gobiernos del Caribe han emitido alertas y suspendido vuelos, clases y actividades marítimas. También se ha solicitado a la población mantenerse informada por canales oficiales y evitar la propagación de rumores en redes sociales.
Mientras tanto, el huracán Melissa continúa avanzando con rumbo noroeste, dejando tras de sí imágenes de destrucción y un clima de incertidumbre ante lo que podría ser uno de los eventos más devastadores de la temporada 2025.




