Nacional, 16 de Diciembre de 2025.- Mientras millones de mexicanos siguen trabajando, buscando empleo o haciendo malabares para llegar a fin de mes, diputados y senadores ya empacaron las maletas. Desde el 15 de diciembre y hasta el 1 de febrero de 2026, el Congreso de la Unión entra en receso: 50 días sin sesiones en el pleno, sin debates, sin votaciones y sin resultados visibles para la ciudadanía.

Pero ojo: no se van con las manos vacías. Al contrario, se van con los bolsillos llenos.
El Poder Legislativo desembolsará más de 208 millones de pesos en pagos decembrinos, dinero público que sale de los impuestos de todos.
📌 Las cifras indignan:
— Cada diputado recibirá alrededor de 304 mil pesos, entre dieta, aguinaldo de 40 días y apoyos legislativos.
— Cada senador se llevará cerca de 385 mil pesos.
Todo esto por un año legislativo que dejó pendientes, reformas inconclusas y debates que nunca llegaron al fondo de los problemas reales del país.
Mientras el ciudadano común no tiene aguinaldo, no tiene vacaciones pagadas o apenas recibe lo mínimo por ley, los legisladores disfrutan de descansos prolongados y bonos garantizados, sin importar si cumplieron o no con su trabajo.
¿Quién evalúa su desempeño?
¿Quién les descuenta por inasistencias?
¿Quién les exige resultados reales antes de autorizarles vacaciones de lujo?
En un país golpeado por la inseguridad, la inflación y la falta de oportunidades, el mensaje es claro: la clase política vive en otra realidad, una donde el cansancio se premia con cheques y el rezago legislativo no tiene consecuencias.
Vacaciones largas, sueldos intactos y prestaciones millonarias.
El Congreso descansa… pero la indignación ciudadana no.





