David, el adolescente de 14 años asesinado en Chilpancingo, se convierte en símbolo del dolor y la impunidad en Guerrero

Morelia, Michoacán a 25 de agosto de 2025.- Tenía apenas 14 años y ya conocía el valor del trabajo. David era ayudante de mecánico y soñaba con un futuro distinto. Pero el pasado martes, en una calle de Chilpancingo, su vida fue interrumpida de manera brutal.

Hombres armados lo persiguieron y lo acribillaron a plena luz del día, convencidos de que llevaba dinero en efectivo. No llevaba nada. Solo su ropa manchada de grasa de taller y unas manos que hablaban de esfuerzo y dignidad.

Doce disparos acabaron con su cuerpo y con todos los caminos que jamás podrá recorrer. Con David se fue la posibilidad de crecer, de reír y de alcanzar sus sueños.

Mientras tanto, Guerrero sigue atrapado entre la violencia y el silencio. La llegada de la presidenta Claudia Sheinbaum a la entidad no modificó el clima de indiferencia que envuelve a crímenes como este, donde la justicia parece una promesa lejana.

La muerte de David no es solo un número más: es la muestra de un país que sigue perdiendo a sus jóvenes, sin que nadie se atreva a romper el círculo de impunidad.