Michoacán, 14 de julio de 2025.- Tras el trágico fallecimiento de varios cortadores de aguacate que eran transportados en condiciones inseguras a bordo de una camioneta tipo pick up, el gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, lanzó un contundente mensaje: no se permitirá más el uso de este tipo de vehículos para el traslado de personas.
“El uso de estas unidades debe ser exclusivamente para carga, no para transportar personas”
recalcó de manera enfática el mandatario estatal, quien lamentó profundamente el accidente y aseguró que la Ley de Movilidad del Estado de Michoacán prohíbe de forma expresa este tipo de prácticas, que hoy enlutan a familias enteras.

La tragedia, ocurrida recientemente en una zona rural del estado, ha dejado al descubierto una realidad que por años ha sido ignorada: la precariedad y el riesgo al que se exponen miles de trabajadores del campo, quienes día con día, sin condiciones adecuadas ni derechos laborales garantizados, son transportados como si fueran mercancía en la parte trasera de camionetas descubiertas, muchas veces sin protección, sin cinturones de seguridad, y expuestos a accidentes fatales.
Detrás de cada jornalero hay una historia de necesidad, de lucha y de abandono institucional. Las muertes que hoy lamentamos no son simplemente una cifra más, son el reflejo de una cadena de omisiones que normaliza lo inaceptable: que seres humanos sean tratados con menos cuidado que una carga.
“Vamos a aplicar mano dura contra esta práctica. No es una amenaza, es una acción necesaria para evitar más tragedias como esta”, advirtió Bedolla, quien hizo un llamado urgente a empleadores, agricultores, transportistas y también a la sociedad civil a que asuman su responsabilidad ante esta problemática.

El gobernador recordó que, según la Ley de Movilidad del Estado, está estrictamente prohibido transportar personas en la caja de las camionetas pick up, aunque esto se haya vuelto una práctica común, sobre todo en comunidades rurales y agrícolas. Dicha costumbre, subrayó, no puede seguir siendo tolerada ni ignorada por las autoridades.
Michoacán es un estado agrícola por excelencia, y gran parte de su economía depende del trabajo arduo de los jornaleros, en especial en sectores como el aguacate, los frutos rojos y otros productos de exportación. No obstante, la seguridad y dignidad de quienes sostienen esta industria desde el campo ha sido históricamente relegada.
Organizaciones civiles y defensores de derechos laborales han venido denunciando por años esta situación, sin embargo, los accidentes se repiten y las sanciones rara vez se aplican. Esta vez, el gobierno asegura que será diferente.
“Ya no más. No vamos a permitir que se arriesgue la vida de nuestros trabajadores del campo. Quien no cumpla con la ley será sancionado, sea quien sea”, sentenció el mandatario.
La muerte de estos jornaleros no debe quedar como un caso más en el olvido. Debe convertirse en un punto de inflexión. Un antes y un después en la forma en la que el estado, los empleadores y la sociedad ven y tratan a quienes, con su esfuerzo, siembran la riqueza de Michoacán.
Que esta tragedia sirva para abrir los ojos, para exigir justicia y para replantear las condiciones de transporte, trabajo y vida de quienes producen lo que todos consumimos. Porque no se trata solo de cumplir con la ley, se trata de proteger la vida.
El gobierno del estado ha anunciado operativos de inspección y vigilancia en zonas agrícolas y rurales, y ha hecho un llamado a denunciar cualquier práctica que ponga en riesgo la integridad de las personas.
Porque ningún aguacate, ninguna carga y ningún beneficio económico vale más que una vida humana.




