ASESINAN A BERNARDO BRAVO, LÍDER LIMONERO DE APATZINGÁN: SU VOZ FUE CALLADA POR LA VIOLENCIA

Michoacán, 20 de Octubre de 2025.- La violencia volvió a golpear el corazón de Tierra Caliente. Este lunes, fue hallado sin vida Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán y uno de los líderes más reconocidos del sector limonero en Michoacán. Su cuerpo, con visibles huellas de violencia, fue localizado cerca de la carretera Apatzingán–Presa del Rosario, confirmando los peores temores de quienes lo acompañaron en su lucha contra la extorsión al campo.



Bravo Manríquez había sido una voz incómoda para los grupos criminales que desde hace años controlan la producción y comercialización del limón en la región. Con valentía, denunció públicamente las extorsiones, amenazas y abusos que sufrían los productores, señalando que el crimen organizado tenía al sector “de rodillas”.

En declaraciones hechas en febrero de este año, el dirigente advirtió que la situación no había cambiado: “La extorsión sigue exactamente igual, y el productor está atrapado entre el miedo y la necesidad de trabajar”. Sus palabras resonaron en los campos de limón de Apatzingán, Buenavista, Parácuaro y Tepalcatepec, donde miles de familias dependen de este fruto para sobrevivir.

Hoy, esa voz ha sido silenciada.

El asesinato de Bernardo Bravo ocurre en medio de una crisis profunda para los citricultores de Michoacán, entidad que produce alrededor de 670 mil toneladas anuales de limón, siendo líder nacional en este cultivo. Sin embargo, la violencia y la impunidad han provocado el abandono de más de 2 mil hectáreas, según estimaciones de los propios productores.



El también responsable del Tianguis Limonero, espacio en el que buscaba dar un respiro económico a los campesinos, se había convertido en símbolo de resistencia frente a los grupos delictivos que asfixian la economía regional.

Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado no ha emitido un comunicado oficial sobre el caso; sin embargo, productores del Valle de Apatzingán confirmaron la identidad del cuerpo y exigieron justicia.

“Bernardo no solo defendía el limón, defendía la dignidad del productor. Hoy lo matan por no quedarse callado”, lamentó uno de sus compañeros.

El asesinato de Bravo Manríquez ha generado indignación y temor entre los trabajadores del campo, quienes ahora sienten que el precio de alzar la voz puede ser la vida misma.

Descanse en paz, Bernardo Bravo Manríquez. Su lucha no será olvidada.

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