Este verano descubre la belleza que los envuelve y hace únicos.
Morelia, Michoacán, 22 de julio de 2023.- Belleza arquitectónica, leyendas, cultura, gastronomía, artesanías, paisajes, y buena oferta de servicios para el viajero: todo esto y más lo encontrarás en los 10 Pueblos Mágicos que tiene Michoacán.
Así lo señaló el secretario de Turismo del Estado, Roberto Monroy García, tras comentar que Michoacán está de 10, porque a la fecha la entidad cuenta con Angangueo, Cuitzeo, Jiquilpan, Paracho, Pátzcuaro, Santa Clara del Cobre, Tacámbaro, Tlalpujahua, Tzintzuntzan, y el más reciente, Cotija.
Pátzcuaro. Es sin duda una de estas joyas de la arquitectura colonial y lugar de visita obligada para quien desea conocer Michoacán, se ubica a 64 kilómetros de Morelia, destaca por su gran producción y variedad artesanal, gastronomía, sus leyendas y su calendario festivo, en el que sobresale la temporada de Noche de Muertos y Semana Santa.
Tlalpujahua. Se ubica en una zona montañosa de bosques de pino y oyamel, cercana a los Santuarios de la Mariposa Monarca, se realiza la fabricación de esferas de vidrio soplado, ornamentos navideños y arte plumario .
Cuitzeo. Se encuentra en la región central de Michoacán, a unos minutos de Morelia, la capital del estado, en 1550 inició la construcción del Ex Convento Agustino de Santa María Magdalena, una de las joyas arquitectónicas más sobresalientes de México.
Santa Clara del Cobre. Se ubica a 75 kilómetros de Morelia y a 19 kilómetros de Pátzcuaro. El pueblo conserva su antigua imagen colonial, con casas típicas de climas fríos y abundantes lluvias. Hay cobre por doquier: desde el kiosko en la placita hasta las farolas de los portales o las puertas de algunas casas y los talleres artesanales abren las puertas al visitante que puede observar a los orfebres en su noble labor.
Angangueo. En su origen, el lugar fue una hacienda y alrededor de 1792 se descubrieron sus minas de cobre, oro y plata, entre otros. En el centro del pueblo la iglesia de La Concepción, que pretendía ser una Catedral de Nuestra Señora de París en miniatura, el inmueble de cantera rosa imita la estructura gótica y las imágenes que hay en su interior se trajeron de Italia, igual que el altar principal, tallado en mármol de Carrara.
Tacámbaro. Se encuentra a 55 kilómetros de Pátzcuaro, posee una notable variedad de climas y ecosistemas dentro de la misma población, se produce caña de azúcar, aguacate, trigo, frijol, y maíz; así como huaraches, sillas de montar, fuetes, bordados, macetas de barro, artículos de herrería, prendas de vestir de lana, y tapices de gran calidad y belleza.
Jiquilpan. Se localiza al Noroeste del estado, en las colindancias con Jalisco, a 208 kilómetros de Morelia, entre sus atractivos se encuentran el Bosque Cuauhtémoc y Parque Juárez, la zona arqueológica Otero, la casa de campo del general Lázaro Cárdenas Río (casita de piedra); y la producción artesanal de ornamentos elaborados con hojas de maíz, collares de semillas y huesos de frutas, rebozos.
Tzintzuntzan es otro pueblo de la ribera lacustre de Pátzcuaro y destaca por muchas razones: fue la antigua capital del imperio purépecha, en su Centro Histórico se encuentran frente a frente el sitio arqueológico de Las Yácatas y el hermoso conjunto franciscano de la época virreinal, con el atrio más hermoso de México dominado por centenarios olivos y los viejos cementerios.
Paracho. En el corazón de la Meseta Purépecha, entre montañas y bosques, cerca del volcán Paricutín se encuentra este pueblo artesano dedicado a la tradición laudera. La calidad de las guitarras michoacanas compite solo con las que se fabrican en España. Se atribuye al obispo Vasco de Quiroga, la herencia artesanal que definió la vocación de Paracho.
Otros atractivos son su Feria Internacional de la Guitarra, que se celebra en agosto y su Festival Internacional del Globo de Cantoya, cada julio.
Cotija de la Paz. En el Occidente michoacano, en las inmediaciones con el vecino estado de Jalisco. Mencionar a Cotija trae a la mente de los mexicanos el famoso queso sólido y salado que lleva ese mismo nombre y que le dio fama mundial cuando en el año 2006 ganó el Campeonato Mundial de Quesos celebrado en Cremona, Italia, al obtener el primer lugar en la categoría de Mejor Queso Extranjero del Año.