Por Christián Gutiérrez
Hoy hablaré desde la perspectiva de la neurociencia cognitiva y estoy plenamente consciente de que la mayoría de las personas que me leerán, no comprenderán en una sola lectura lo que aquí diré. De ahí que les sugiera que intenten comprender sobre este tema, más aún si son estrategas en comunicación y marketing político.
¿Por qué la alianza Va por México (PAN, PRI, PRD) no conecta con aquellos ciudadanos sin partido o indecisos?
Sencillamente, porque en la mente de todas esas personas no existe un concepto positivo que defina a esta “alianza” y que genere una relación de asociación positiva entre la marca “Va por México” y la mente de estos ciudadanos; por lo tanto, no hay conexión que se traduzca en venta.
Desde la década de los años 90 del siglo pasado se dieron descubrimientos científicos sobre el cerebro humano y procesos mentales y a partir de ahí disciplinas como el marketing y la comunicación comenzaron a utilizar estos descubrimientos para perfeccionar la venta de sus marcas, productos o servicios. La política hizo lo propio hacia la segundad mitad de la primera década del siglo XXI y países del primer mundo como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia y España comenzaron a utilizar el neuromarketing político y neurocomunicación para conectar mejor con el cerebro de los ciudadanos electores.
¿Qué fue lo que hicieron estos países? De inicio, reconocieron los descubrimientos científicos que les explicaban algo como lo siguiente:
a) Con una estrategia de comunicación bien diseñada, se pueden introducir conceptos en los procesos mentales de los ciudadanos, con el fin de lograr una determinada imagen de marca.
b) Cuando se define una estrategia de reposicionamiento o cuando se decide modernizar el sistema de identidad completo de una marca y se logra captar la atención, se va rearmando en su cerebro el entramado neuronal que soporta la asociación con la marca.
La clave está en estos dos incisos.
Ahora dígame usted algo: ¿qué asociación puede existir entre los ciudadanos sin partido o indecisos y la marca Va por México (PAN, PRI, PRD)?
Su respuesta, le sugerirá al mismo tiempo el gran trabajo que implicaría construir un entramado neuronal que soporte una imagen mental determinada sobre una marca y entonces se pueda generar una asociación deseada.
Si los partidos políticos de esta alianza están considerando que una o dos campañas, una “narrativa” o un slogan comunicado a la gente pocos meses antes de las elecciones les permitirá construir un entramado neuronal en los ciudadanos para generar buenas asociaciones con su marca, se estarán equivocando.
La neurocomunicación y el neuromarketing político de la segunda década del siglo XXI tienen un valor excepcional, particularmente porque se parte del conocimiento científico del cerebro y de los procesos mentales.
Claro está que hoy lo relaciono con la alianza PAN, PRI, PRD, pero se puede aplicar para potenciar la carrera de cualquier político.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.