La Secretaría de Marina informó que el capo del narco, Caro Quintero, “fue localizado entre matorrales por un elemento canino de esta institución, de nombre “Max”, cuyo adiestramiento de búsqueda y rescate permitió su ubicación, habiendo sido puesto a disposición de la FGR para la integración de la carpeta de investigación correspondiente”.
La institución reveló que Caro Quintero fue puesto a disposición de la FGR para los trámites correspondientes, pues cuenta con orden de reaprehensión y orden de detención provisional con fines de extradición a Estados Unidos.
Rafael Caro Quintero junto a Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca, fue señalado por las autoridades mexicanas y de Estados Unidos como responsables por el secuestro y asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, en 1985.
En 2014 el corresponsal de Proceso en Washington, Jesús J. Esquivel publicó el libro “La CIA, Camarena y Caro Quintero”, una de las investigaciones más completas sobre el caso. Entre los datos que reveló fue lo relacionado a la destrucción por parte del ejército de Venezuela de una aeronave mexicana el 4 de noviembre de 2013.
De acuerdo con las versiones que en su momento ofreció el gobierno de Nicolás Maduro, la aeronave Hawker DH-125-400a matrícula XB-MGM, fue derribada por haber ingresado de manera ilegal en el espacio aéreo de ese país.
Uno de los testigos protegidos reveló a Esquivel que, en el avión, viajó Rafael Caro Quintero, junto con su familia, pese a que las versiones periodísticas indicaban que los tripulantes eran hombres relacionados con el Cártel de Sinaloa.
Un hombre identificado bajo el nombre clave “José 2”, perteneciente al programa de testigos protegidos del Gobierno de Estados Unidos, informó que el capo está escondido en el monte.
“A Rafa no lo bajan del monte, sólo muerto. Mientras exista la amenaza de entregarlo a los gringos, será muy difícil que lo agarren. Por muy enfermo y viejo que esté, Rafa sigue siendo bronco y él sabe moverse muy bien en el monte. Además, tiene a la gente necesaria para esconderse y defenderse”.
A pesar de que Rafael Caro Quintero negó a Proceso haber orquestado el secuestro del agente de la DEA, su participación intelectual en el homicidio está presente en diversos testimonios, expedientes judiciales y documentación periodística.
Fuente: Proceso