Por Christián Gutiérrez
Basta ver las redes sociales para darse cuenta de que las y los precandidatos de López Obrador por la presidencia de la República ya están en campaña y fortaleciéndose como marcas políticas.
Si esto no lo reconoce la oposición PAN, PRI, PRD, entonces están ciegos, son soberbios o es su estrategia.
Pero el punto central no es ese. Lo más importante es que no logran entender que el tiempo se les está escapando para construir una marca política competitiva que les permita pelear por la presidencia de la República.
Si esto no lo reconoce la oposición, entonces están ciegos, son soberbios o es su estrategia.
El tema es simple de comprender, pero la oposición no logra hacerlo porque no suelen utilizar marketing o neuromarketing político en estos momentos en los que faltan varios meses, pero los de enfrente ya iniciaron. Siguen sin entender lo que es una estrategia de marca. Lo repito, estrategia de marca.
Solo creen en dos cosas: a) en que López Obrador cometerá errores y se caerá; b) piensan que golpear a López Obrador todos los días hará que la gente les dé su voto en 2024.
Les vuelvo a comentar un ejemplo que ya había compartido, a ver si la cachan: en la categoría de refresco de cola hay muy buenos competidores, pero solo uno lleva la ventaja: Coca Cola. ¿Qué hacen las demás marcas? Imagínese usted que la Pepsi Cola o Big Cola son tan idiotas para no hacer nada y apostarle a que la Coca Cola “en algún momento se caerá”, o creen que solo diciéndole a la gente que la Coca Cola es mala, la gente entonces elegirá a Pepsi Cola o Big Cola.
Si estas marcas hicieran solo esto, serían demasiado ciegas. Por el contrario, lo que hacen es “una estrategia propia de marca”. En términos generales, les vale madres lo que haga la Coca Cola. Mientras Pepsi Cola o Big Cola no tengan algo que ofrecer y comunicar, estarán perdidas. ¿Por qué? Suponga que el consumidor por fin cree que la Coca es mal producto y decide no comprarla más. Ok. ¿Pero entonces qué podrá elegir si no hay otras opciones atractivas que hayan hecho campañas innovadoras y persuasivas?
No se ocupa más que este ejemplo para explicar y entender por qué los opositores al Morena y a López Obrador no avanzan o lo hacen muy lento.
O están ciegos, o son soberbios o así es su estrategia, y yo que me dedico al neuromarketing, podría jurar que no es estrategia.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.