Por Christián Gutiérrez
El pasado 10 de mayo, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, dijo públicamente que “dejará atrás el combate al narcotráfico” porque es una batalla “estéril”. En su lugar aseveró que atenderá temas “más relevantes”, como la marginación de los michoacanos.
Y el pasado 13 de mayo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que no fue “un desliz” asegurar que su gobierno también protege la vida de los delincuentes y que no se retractará, porque su administración tiene la obligación de preservar la vida de todos los mexicanos, incluso si son presuntos infractores de la ley.
Qué le digo; a confesión de parte, relevo de pruebas, como dicen los abogados.
Es un hecho, a las y los mexicanos, a las y los michoacanos nos entregaron.
Usted decida, si continúa por el camino de los que cumplen las reglas, normas y leyes o prefiere ser un delincuente que viola la ley. En el primero de los escenarios, uno se dilata más en obtener progreso, pero será duradero. En el segundo de los escenarios, el “progreso” suele llegar mucho más rápido, pero no suele ser duradero.
Por lo pronto, en lo que terminan los dos sexenios, no hay de otra: “Sálvese quien pueda”.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.