Morelia, Mich., a 14 de marzo de 2022.- Como lo dijo en su momento su antecesor, Silvano Aureoles Conejo, el mandatario de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró que las autodefensas que se han venido reagrupando en regiones como Tierra Caliente y la Sierra-Costa Nahua, responden a órdenes criminales.
“No hay autodefensa civil que no esté ligado a la delincuencia organizada”, sentenció el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, durante su ya tradicional rueda de prensa de cada lunes.
La postura del gobernador respondió a una serie de cuestionamientos respecto a la crisis de seguridad que impera en el estado, y sobre todo a los recientes enfrentamientos criminales que se han reportado en la región de Uruapan.
Al sostener que las autodefensas que quedan en Michoacán no serían legítimas, el mandatario omitió precisar cuándo es que serán desarmados estos grupos, como lo comprometió desde el pasado 16 de noviembre de 2021.
El compromiso de Bedolla se dio justamente en una de sus conferencias de prensa, donde textualmente dijo: “tienen que ser desarmados, eso es un tema que le toca a la Secretaría de la Defensa Nacional, que es el órgano federal encargado de velar por la Ley de Armas de Fuego”, en franca referencia a los grupos de autodefensa.
Hoy, a casi cuatro meses de que se expusiera dicho compromiso, el desarme de autodefensas no se ha hecho realidad, por el contrario, la reagrupación de estos grupos ha crecido, así como su fortalecimiento en armamento, sin que se conozca la procedencia del mismo.
A propósito de ello, es importante mencionar que, de acuerdo con el titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, César Erwin Sánchez Coria, el gobierno de Michoacán desconoce el paradero de mil 200 armas que el excomisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral del Estado, Alfredo Castillo Cervantes, entregó a los grupos de autodefensa que nacieron en la región de Tierra Caliente en 2013.