Aguacate, el cáncer de los bosques michoacanos

Morelia, Mich., a 21 de febrero de 2022.- De acuerdo con la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom), en la producción de aguacate se concentra la mayor responsabilidad del deterioro ambiental que enfrenta el estado, cuyos alcances se traducen en una tasa de deforestación de hasta 66 mil 762 hectáreas de bosque al año.

La falta de regulación en el cultivo de este fruto ha ocasionado que, de las 350 mil hectáreas de aguacate reconocidas por las autoridades ambientales del estado, al menos un 80 por ciento no cuente con dictamen de uso de suelo, o al menos así lo refirió en entrevista el investigador decano del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (INIRENA) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Arturo Chacón Torres.

“Un 80 por ciento de las huertas aguacateras no hicieron cambio de uso de suelo, aunque después se legalizaron por razones políticas o de corrupción, pero nunca ha habido un estudio de cambio de uso de suelo para instalar una huerta de aguacate”, comentó el investigador en una entrevista concedida en enero de 2021.

En tanto, de acuerdo con datos ofrecidos en 2017 por la ya extinta Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), en Michoacán existen cerca de 35 mil huertas irregulares de aguacate, mismas que operan de manera ilegal y sin la autorización de las autoridades ambientales del estado.

Michoacán, tercer estado con más deforestación

Derivado de esta situación, en 2017 se reconoció que Michoacán ocupa el tercer lugar entre las entidades con mayor deforestación anual, posición que se le atribuye en gran medida a la producción del llamado “oro verde”.

Con base en información proporcionada por la Comisión Forestal del Estado de Michoacán, de 1990 a 2010 la superficie arbolada de Michoacán decreció por un millón 355 mil 060 hectáreas, ante lo que la institución reconoce que el cambio de uso de suelo con fines agrícolas encabezaría entre las principales causas de este deterioro ambiental.

De la superficie arbolada afectada, según informó la dependencia estatal, 630 mil hectáreas corresponden a zonas boscosas y 750 mil a reservas ubicadas principalmente en la Sierra-Costa Nahua.

Gobierno protege producción de aguacate

Pese a los estragos ambientales que la producción de aguacate ha desencadenado, el gobierno de Michoacán insiste en incentivar el cultivo de este fruto, sin establecer un esquema que contenga la degradación forestal que enfrenta el estado.

Incluso, recientemente el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla anunció que su administración fortalecerá la seguridad en 53 municipios productores de aguacate para recuperar la exportación de este fruto a Estados Unidos, luego de que el gobierno del país vecino le cerrara el paso, a consecuencia de la crisis de seguridad que vive Michoacán.

La decisión del gobierno de Bedolla revirtió el castigo impuesto por el gobierno de Estados Unidos, y desde hace unos días se le volvió a abrir la frontera al aguacate.

Ramírez Bedolla justificó que su determinación respondió a que la exportación de aguacate es la segunda fuente de ingresos en dólares para Michoacán, ya que, de acuerdo con el gobernador, año con año llegan al estado poco más de tres mil millones de dólares.

Frente a este escenario, el sector ecologista del estado ha recriminado que Ramírez Bedolla mantenga un notorio distanciamiento con especialistas en el cuidado ambiental, y que, desde su parecer, el mandatario prefiera fortalecer vínculos económicos con los productores de aguacate, pese a ser los responsables del deterioro forestal que padece la entidad.

Al menos así lo señaló la investigadora del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Patricia Ávila García, quien en reiteradas ocasiones ha condenado la nula estrategia de contención ambiental que acompaña al gobierno de Bedolla.

Así, mientras el gobierno de Michoacán anuncia que se fortalecerá la seguridad para los productores de aguacate en el estado, este fruto sigue siendo uno de los principales factores para que la entidad pierda poco más de 60 mil hectáreas de bosque al año.

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